Los cuentos de hadas, de feroces dragones, princesas, superhéroes y de más cuando llegamos a una cierta edad sabemos que no existen... y es cuando se nos termina casi la infancia. La vida no es como la cenicienta... eres pobre conoces a un príncipe vives en un castillo y sois felices, es más duro que eso porque para ganarse el pan hay que primero estudiar, ir a la universidad y luego lo más difícil... encontrar trabajo, casa, etc.
Esta bien que de niños tengamos nuestros sueños pero siempre y cuando no pensemos que van a hacerse realidad, es decir que todo se va a arreglar de imprevisto encontrando a siente enanos o encontrando un cofre de un tesoro... La vida real es dura de ganar, eso si hay que disfrutarla siendo feliz porque solo son dos días.